Trabajando en las correcciones de mi última novela, "Cuerpos celestes". Creo que esta novela ha sido mi trabajo mas rápido. Apenas tres meses para concluirla. Me ha salido del tirón. Y es que la historia era muy buena.
Sin premeditación alguna "Cuerpos celestes" tiene algo de "precuela" de mi primera novela, "Un día de gloria".
La acción arranca en Roma, en 1578, con el redescubrimiento casual de las catacumbas. Conforme avanzaba la trama, basada en hechos reales, personajes que yo creía dormidos en el recuerdo fueron haciendo su aparición.
La Mesa de Guerra, con el maquiavélico Granvela a la cabeza y su no menos inquietante agente Chalbaud, fueron ocupando páginas con un guiño a mis primeros lectores.
"Cuerpos celestes" comenzó a ser una agradable reencuentro con "viejos conocidos".
Pero la relectura del primer manuscrito nos llevó, a mi y a mi agente, al convencimiento que muchos de esos guiños serian incomprensibles para lectores que no hubieran leído "Un día de gloria".
Así que me puse manos a la obra para superar esos gaps. La natural consecuencia es una mayor paginación y mas importancia para los "servicios de inteligencia" del rey Felipe II. Creo que ahora el relato es mas comprensible para cualquier lector.
La verdad es que disfruto mucho corrigiendo mis novelas. Lo que en el argot llamamos "redondear una novela". Ya os adelanto que ninguna novela queda "redonda" a la primera. Cualquier manuscrito, por muy bueno que sea necesita un repaso a fondo. "Redondear" es un trabajo casi de orfebre, después de dejar "reposar" la novela un par de meses y escuchar las primeras impresiones de lectores profesionales y agentes.
Ahora me toca esperar veredicto.
Sin premeditación alguna "Cuerpos celestes" tiene algo de "precuela" de mi primera novela, "Un día de gloria".
La acción arranca en Roma, en 1578, con el redescubrimiento casual de las catacumbas. Conforme avanzaba la trama, basada en hechos reales, personajes que yo creía dormidos en el recuerdo fueron haciendo su aparición.
La Mesa de Guerra, con el maquiavélico Granvela a la cabeza y su no menos inquietante agente Chalbaud, fueron ocupando páginas con un guiño a mis primeros lectores.
"Cuerpos celestes" comenzó a ser una agradable reencuentro con "viejos conocidos".
Pero la relectura del primer manuscrito nos llevó, a mi y a mi agente, al convencimiento que muchos de esos guiños serian incomprensibles para lectores que no hubieran leído "Un día de gloria".
Así que me puse manos a la obra para superar esos gaps. La natural consecuencia es una mayor paginación y mas importancia para los "servicios de inteligencia" del rey Felipe II. Creo que ahora el relato es mas comprensible para cualquier lector.
La verdad es que disfruto mucho corrigiendo mis novelas. Lo que en el argot llamamos "redondear una novela". Ya os adelanto que ninguna novela queda "redonda" a la primera. Cualquier manuscrito, por muy bueno que sea necesita un repaso a fondo. "Redondear" es un trabajo casi de orfebre, después de dejar "reposar" la novela un par de meses y escuchar las primeras impresiones de lectores profesionales y agentes.
Ahora me toca esperar veredicto.